Hoy, a la espalda del Edificio España, como en (casi) toda la ciudad, se acumula la basura. Unos desechos que exponen detalles sobre nuestras vidas en la actualidad con los que un poeta tiene metáforas para muchos versos
También en la plaza de España, pero su parte subterránea,
podemos encontrar otra estampa que lleva años pudiendo servir de termómetro
social para los madrileños que la transitan con cotidianidad: el puente bajo la
parte sur de plaza España que conecta las calles Ferraz y Bailén. Allí, a la
sombra de las luces de la superficie, personas sin hogar duermen cada noche,
colocados en dos hileras que permiten el paso de los viandantes que caminan
entre ellos. Hay parejas que duermen abrazadas. Otros están solos. Sí, es un
buen indicador de la intrahistoria de la crisis económica: ya era resguardo de
un número nada desdeñable de personas en los años de la bonanza –concepto éste
tan matizable-, que se ha ido incrementando exponencialmente durante los
últimos años. Es estremecedor caminar y observar cómo sueñan estas personas.
A medianoche los barrenderos de la capital continuaban en huelga de limpieza, la policía del Ayuntamiento de Madrid no.
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